sábado, 14 de diciembre de 2013

ALGUNAS ESTRATEGIAS

Y ahora ¿qué? - ALGUNAS ESTRATEGIAS

Ya conozco e identifico la problemática del TDAH…
Y ahora ¿qué?

Ahora nos toca pensar. Nos toca plantearnos ¿Qué hacer? ¿Cómo hacerlo?

¡Vamos a buscar soluciones!


ALGUNAS ESTRATEGIAS

Lo primero: EMPATÍA. Las estrategias para trabajar con una persona con TDAH parten de una actitud del educador. Una actitud de empatía y ganas de ayudar.

Con personas con alguno de los síntomas mencionados, las mismas que no saben cómo manejar sus problemas… A menudo, si nuestros ojos están abiertos, SOLO si los abrimos bien, podemos ver en sus ojos un aplastante mensaje que se oculta en lo más profundo:



Este mensaje ha ido forjándose en cada fracaso personal. Concretamente, en la escuela, frente a cada suspenso… Poco a poco la persona se ha tatuado en su interior esas dos palabras invisibles:
Soy tonto”
Nadie las ve, pero es un mensaje que esta persona tiene tatuado, lo siente y no puede despojarse de él tal y cómo desea…
Como buen tatuaje, no se borra tan fácilmente. Y por eso, es tan esencial tener una mirada abierta para poder leer este mensaje, para ponernos en su piel y sentirlo.

Lo segundo: Cambiar “Soy Tonto” a “Puedo con todo”
Transmitir al sujeto que NO PASA NADA.

Transmitirle que “no es un bicho raro” único y exclusivo… que el mundo está lleno de bichos raros con asma, con una miopía de caballo, con sobrepeso, con problemas de dicción… Todos y cada uno de nosotros somos bichos raros porque somos únicos, al igual que nuestros problemas. Y, para cada uno,  sus problemas son los peores del universo.

Sentir que “soy el tonto de la clase” NUNCA es el camino a tomar.
Aceptar con resignación que “soy así” y no hacer nada, solo enmascara la suma de problemas que va aumentándose.

Estamos aquí para ayudar a que la persona con rasgos de TDAH se desvíe del camino destructivo que ha tomado. Estoy aquí para proponer formas de ayudar a tomar otras sendas, donde esta persona sea capaz de manejar sus dificultades y superar problemas.
Cambiar “Soy tonto” a “Puedo con todo”. Esa es la propuesta que lanzo.

Esta evidencia cae por su propio peso. Si incido en ella es porque en este caso, cuando una persona tiene su autoestima por los suelos, necesita escucharlo una y otra vez para hacerlo suyo, sentirlo y creerlo. Solo así puede ir borrando “su tatuaje”.
Nuestra empatía y la naturalidad a la hora de afrontar problemas es clave. También para mí es fundamental estar allí, estar enteramente y percibir cuando algo va mal.
Hablar abiertamente, sin dramatizar y nada de tratarle como a un “tonto”.
Hacerle identificar y exteriorizar los sentimientos, ayudarle a pensar por sí mismo, aclarar las ideas confusas que le aturden para que genere vías de escape o bien, que sepa canalizar las dificultades que tiene de una manera mejor.

Al principio necesitará mucho nuestra ayuda, pero esta ayuda no ha de ser una ayuda permanente, la persona debe dar sus propios pasos también y sentir que no necesita a nadie más para superar las cosas que no le dejaban avanzar.
Que puede con todo, solo. Y que estamos allí para apoyarle, pero no nos necesita constantemente, no necesita a nadie que le ayude en todo momento, porque puede con todo.
Solo sintiéndose uno más, normal, puede empezar a forjar nuevos mensajes.
Y sea cuál sea su tatuaje, tendrá el mayor de los tesoros, ser único.


Lo tercero: en su proceso educativo, ¿cómo le ayudo?

¿CÓMO? - ESTRATEGIA 1

RESALTANDO, REMARCANDO Y REPITIENDO lo que hace bien
En el día a día, no solo en las clases o haciendo deberes.
Hay que alimentar sus éxitos para que los sienta como propios. La tendencia suele ser al contrario, le corriges los deberes y se suele decir lo que está mal, lo que puede mejorar… rara vez se incide y prioriza en lo que está bien.

Justamente de eso se trata. La estrategia es remarcar lo que hace bien. SIN EXCEDERSE, señalarlo y mencionarlo de forma natural, sin exageraciones.



¿CÓMO? - ESTRATEGIA 2

INVITARLE A QUE SE REPLANTEE “todo”. LO QUE ESTÁ BIEN Y LO QUE ESTÁ MAL
Al principio, por sistema, PONÉRSELO “todo” EN DUDA, automáticamente “todo” en duda.

De forma natural, no como un castigo impuesto o algo desagradable. Despertarle la curiosidad y fomentando que sea siempre reflexiva, en todo. Que no se deje llevar por el primer impulso y piense.
Que este sistema lo asuma como regla y poco a poco se incorpore en sus rutinas de actuación.



¿CÓMO? - ESTRATEGIA 3

REFUERZO de conductas positivas, SIEMPRE
Por ejemplo, CUANDO PIENSA 1º ANTES DE REACCIONAR A UN ESTÍMULO (si controla el impulso). Reforzar, siempre, ya sea con un gesto cariñoso, una sonrisa o verbalmente.

Todos queremos ser reconocidos en nuestros esfuerzos. Con el refuerzo de ese control de impulsividad, a la vez que trabajamos la capacidad reflexiva, generamos una sensación agradable, algo que genera ganas de repetirlo y recurrir a ello nuevamente.  



¿CÓMO? - ESTRATEGIA 4

PERMITIRLE Y DARLE LA OPORTUNIDAD DE CORREGIR SOL@ LOS ERRORES
ANTES DE DECIRLE lo que hace mal, INVITARLE A QUE VEA Y CORRIGA SUS ERRORES. Es decir, brindarle la oportunidad de trabajar su capacidad atencional, de ver dónde ha cometido el  error, de percibir sus olvidos y así corregirlos.
Que pueda aprender a autocorregirse sin ayuda. Aunque tenga que corregirlo hasta 3 ó 4 veces y una última vez con ayuda.

Al principio, la carencia atencional y de autocrítica hace que tenga que repetir su corrección numerosas veces, pero si lo toma como rutina irá aprendiendo a centrar su atención y mejorando sus correcciones, reduciéndose así el número de intentos en la autocorrección.
Así impulsamos el trabajo autónomo y estimulamos paulatinamente su fuente de atención.
Desde mi experiencia, tengo comprobado que sin este paso (en referencia al trastorno); si directamente hacemos referencia a los errores que ha cometido, a lo que ha hecho mal, estamos dando un paso atrás en el camino.

Esta estrategia ayuda a mejorar la capacidad de respuesta en los problemas a los que se enfrentan personas con rasgos de TDAH.



El uso de estas estrategias implica un tratamiento individualizado. No existe un manual que nos diga cómo aplicarlas en cada persona, qué palabras utilizar…
No podemos etiquetar en las cuatro famosas letras del BLOG a todas las personas que presentan alguno de los rasgos. De ahí que yo no haya concretado en exceso y no deje de incidir en empatizar con la persona, precisamente para identificar el mejor modo de usar las estrategias.
Y AUNQUE el uso de estrategias como estas lleve consigo un TRATAMIENTO INDIVIDUAL, sin duda, es igualmente útil para usarse en grupo.

Haya o no haya una mayoría de alumnos con déficit de atención. Estas estrategias favorecen el desarrollo de capacidades que todos debemos trabajar, y en el caso de las personas con TDAH no solo es bueno que las trabajen, si no que necesitan muchísimo trabajar las capacidades que están solapadas al uso de las 4 estrategias que he compartido con vosotr@s.

Por tanto, desde mi perspectiva educativa, como educador no vale excusarse y ampararse en no puedo dedicarle más tiempo a su hijo en la clase porque debo atender a todo el grupo, ¡NO! Porque no hace falta estar individualmente con la persona para aplicarlo; y si las llevas a cabo de forma rutinaria, de de ese modo, sin dedicar tiempo individualizado y exclusivo, así, ayudas a quiénes presentan problemas de impulsividad o falta de atención.


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